La economía social prevé integrar a los grupos vulnerables, a quienes les resulta difícil o imposible encontrar trabajo, en el sistema económico regular. La economía solidaria enlaza a las personas, comparte la responsabilidad y fortalece la solidaridad mutua.
Apoyamos a las cooperativas y otras asociaciones de cooperación a que, a través de una economía social y solidaria, vuelvan a poner a las personas en el centro de la atención. Es una forma ideal de proporcionar a las personas un trabajo digno y, al mismo tiempo, protegerlas contra eventos inesperados.
